Un accidente es un evento tan inesperado que sus consecuencias pueden ser inimaginables. El shock generado por un evento tan desafortunado puede despertar lesiones psicológicas que no permitirán que la víctima del accidente vuelva a su vida como antes. Pero solo algunas cosas son tan determinantes, y las cosas pueden mejorar.
En nuestros más de 50 años de experiencia, hemos visto miles de historias de superación y resiliencia, y es por eso que somos conscientes del grave impacto psicológico de los accidentes. Gran parte de nuestro enfoque está en las Lesiones Personales, y nuestros clientes creen que para reclamar, necesitan tener un yeso y muletas; déjenos decirles que eso no es así. Para presentar un reclamo por lesiones personales, todos los tipos de daño cuentan. Lo vamos a demostrar.
¿Qué le sucede a la mente humana después del shock de un accidente?
Las situaciones traumáticas desencadenan emociones intensas. El shock, el miedo y la agitación son emociones inmediatas después de un accidente. Los sonidos de los neumáticos, el impacto entre metales y los gritos de la gente en la calle son familiares en cualquier choque.
La ambulancia y su sirena, luego aparecen más vehículos y luces. Si un choque es extremo, se puede ver sangre e incluso imágenes impresionantes como fracturas o roturas.
Es comprensible que después de un accidente, la víctima pueda sufrir algunos de estos síntomas:
– Irritabilidad en el carácter.
– Cambios abruptos de humor.
– Ansiedad, nerviosismo o depresión.
– Dolores de cabeza o vómitos si el estrés postraumático es demasiado intenso.
– Dificultad para dormir y concentrarse.
– Períodos de confusión.
– Pérdida de apetito.
– Aislamiento y generación de problemas en las relaciones personales.
¿Cómo puedo obtener ayuda para mis lesiones psicológicas después de un accidente?
Hay dos formas en las que una persona que sufre mentalmente después de un accidente puede obtener ayuda. La primera y principal es con la ayuda de un psicólogo o psiquiatra. Allí, obtendrá las herramientas para controlar emociones y sentimientos, reconocer desencadenantes y recuperarse gradualmente de la vida como era antes del accidente.
La segunda forma es con el apoyo de un profesional legal. Reclamar por Lesiones Personales es tedioso si no estás acostumbrado. Para un abogado, esto es fácil, y son expertos en negociar y luchar por tus derechos.
No son excluyentes. Deberías comenzar ambos caminos. La ayuda de un abogado y su equipo puede permitirte concentrarte en lo principal: recuperar tu salud. No deberías perder el tiempo con trámites, discutiendo con compañías de seguros y sumando preocupaciones.
Si necesitas ayuda, contáctanos. Nuestro equipo está listo para ayudarte a obtener justicia, nada más y nada menos de lo que te mereces. Recupera tu vida cotidiana.